Las cosas de a poco cambian, bueno siempre supe que algún día cambiarían…simplemente desconocía el rumbo de las cosas o aquellos caminos que optaría por caminar.
Las cosas de a poco de transforman, quizás cambien en significados, pero de alguna u otra forma aquellas oraciones o aquellos predicados siguen siendo los mismos. Quizás sean los verbos los conjugados de una forma distinta, o simplemente nuestra lectura podrá recoger otros matices. Matices que quizás nos faltaba camino o nos faltaba cuento para poder observar, o quizás simplemente nos falto vida para saborear.
Hoy las cosas ya no son como antes. Un par de días solo en casa ya no son la puerta a la libertad, sino que simplemente días para descansar de la agitada rutina del día a día, un espacio, un break de las responsabilidades diurnas. Ya no pensamos en aquello que haremos en nuestra casa, sino que simplemente disfrutamos de la casa de nuestros padres, esa misma que anhelamos dejar, pero que en el fondo sabemos que mientras mas cercana esta la fecha de cobrar nuestro ticket o de embarcar en este nuevo viaje…comenzamos a extrañar. Nuestra compañía quizás ya no es significada como “la casa llena de amigos” sino que simplemente – como lo es hoy para mi – el placer de disfrutar de un cigarro y una copa de un rico vino, solo por el placer de degustar aquel licor en nuestra boca mientras nuestros oídos se empapan de aquellas canciones que solo para nosotros cobran cierto significado.
Quizás ya no pensemos en como o en que momento salir, sino que en que momento prepararemos las cosas para el día siguiente o cuando nos decidiremos en ir a preparar lo que será nuestro bocadillo en un necesario break de un largo día de trabajo.
Ya no nos enamoramos como algún día lo hicimos, quizás ahora solo nos preguntamos si ello simplemente sucederá, colocándolo en un lejano lugar dentro de nuestra eterna lista de prioridades o sueños por cumplir. Y así las horas pasan…y pronto se acerca el nuevo día, día en el cual deberemos detener nuestro momento personal para reinsertarnos en aquello que nos convoca todas las mañanas….en donde aquellas caminatas hacia el metro ya no serán las mismas, sino que todo puede transcurrir lentamente, observando, sintiendo, disfrutando. Es como si simplemente nos hubiésemos extraído cierto apéndice, o si después de un término hayamos experimentado un verdadero lavado de cerebro…simplemente ya nada es como antes ¿mejor o peor? No lo se, simplemente no es lo que un día fue…y simplemente tiene otros placeres.
Las cosas de a poco de transforman, quizás cambien en significados, pero de alguna u otra forma aquellas oraciones o aquellos predicados siguen siendo los mismos. Quizás sean los verbos los conjugados de una forma distinta, o simplemente nuestra lectura podrá recoger otros matices. Matices que quizás nos faltaba camino o nos faltaba cuento para poder observar, o quizás simplemente nos falto vida para saborear.
Hoy las cosas ya no son como antes. Un par de días solo en casa ya no son la puerta a la libertad, sino que simplemente días para descansar de la agitada rutina del día a día, un espacio, un break de las responsabilidades diurnas. Ya no pensamos en aquello que haremos en nuestra casa, sino que simplemente disfrutamos de la casa de nuestros padres, esa misma que anhelamos dejar, pero que en el fondo sabemos que mientras mas cercana esta la fecha de cobrar nuestro ticket o de embarcar en este nuevo viaje…comenzamos a extrañar. Nuestra compañía quizás ya no es significada como “la casa llena de amigos” sino que simplemente – como lo es hoy para mi – el placer de disfrutar de un cigarro y una copa de un rico vino, solo por el placer de degustar aquel licor en nuestra boca mientras nuestros oídos se empapan de aquellas canciones que solo para nosotros cobran cierto significado.
Quizás ya no pensemos en como o en que momento salir, sino que en que momento prepararemos las cosas para el día siguiente o cuando nos decidiremos en ir a preparar lo que será nuestro bocadillo en un necesario break de un largo día de trabajo.
Ya no nos enamoramos como algún día lo hicimos, quizás ahora solo nos preguntamos si ello simplemente sucederá, colocándolo en un lejano lugar dentro de nuestra eterna lista de prioridades o sueños por cumplir. Y así las horas pasan…y pronto se acerca el nuevo día, día en el cual deberemos detener nuestro momento personal para reinsertarnos en aquello que nos convoca todas las mañanas….en donde aquellas caminatas hacia el metro ya no serán las mismas, sino que todo puede transcurrir lentamente, observando, sintiendo, disfrutando. Es como si simplemente nos hubiésemos extraído cierto apéndice, o si después de un término hayamos experimentado un verdadero lavado de cerebro…simplemente ya nada es como antes ¿mejor o peor? No lo se, simplemente no es lo que un día fue…y simplemente tiene otros placeres.
1 comentario:
Extraño todo aquello, es verdad, simplemente no podemos retroceder, no se puede, siempre hay q avanzar pero xq, no lo se, tengo miedo y mucho pero creo q un pilar fundamental pa el avanze es la gente q nos rodea, esos pocos amigos la familia etc etc etc.
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