sábado, junio 30, 2007

El espejo Mágico.



Había una vez en un lejano bosque, un niño que no conocía su rostro. Muy triste por no conocer el color de sus ojos o el resplandor de su sonrisa, decidió salir de casa y recorrer el mundo en búsqueda de un famoso espejo mágico que le pertenecía a una poderosa y antigua bruja, de la cual todo el mundo hablaba, pero nunca nadie la había visto.
Así el niño emprendió rumbo, visitando distintos lugares y encontrando distintos espejos en cada uno de ellos. Trató de verse en todos los espejos con los que se topo, pero en ninguno pudo mirar su reflejo.

Un día, el pequeño niño se topó con un espejo que podía hablar. El pequeño se puso muy contento, pues pensó que la bruja quizás había perdido su espejo y él lo había encontrado. Entusiasmado le pregunto…”¿Eres tu el espejo mágico de la bruja?”, pero el espejo le responde “¿Qué es un espejo?”.

Decepcionado el niño decide seguir su rumbo, pero esta vez junto al espejo que había encontrado, así la bruja podría ayudarlos a ambos. Seguía topándose con más espejos en el camino, en los cuales no se reflejaba. Obstinado rechazo la idea de intentar encontrarse en su nuevo acompañante, para así no entristecer en caso de que fuera solo un simple espejo que podía hablar. Pero un día el espejo le dice “Se que soy de madera y tu eres de carne...pero como tu, yo también siento y también sueño. Tampoco se como es mi reflejo, si mis puntas son curvas o si son rectas, ni menos el color de mi marco o si estoy limpio o sucio”. Sin entender nada de lo que el espejo le contaba, el pequeño lo tomó con sus dos manos, lo volteó y ahí estaba. En el reflejo de aquel espejo que podía hablar estaba él, un pequeño espejo, que entre contra reflejos pudo ver el color de sus ojos, el resplandor de su sonrisa y el color de sus cabellos, y en aquel otro reflejo, el espejo pudo ver que un día, no muy lejano el había sido al igual que el pequeño, un “espejito” y que hoy sus ojos, su cabello y su sonrisa ya no eran la de un niño.

No hay comentarios.: