Recuerdos Urbanos

Camino por las calles sintiendo como el viento golpea mi espalda y me impulsa a seguir mi rumbo, observando como las hojas caen de los árboles y sintiendo el roce de la gente que pasa por mi lado.
Respiro el viento, sintiendo como nutre cada parte de mi cuerpo y lo exhalo sintiendo como este abandona mis entrañas y así los lugares mas escondidos de mi fisiología humana, sintiendo también como en cada uno algo de mi se retira de este cuerpo y se une al cielo.
Camino sintiendo como mis pies se conectan con el concreto y como emprenden vuelo alejándose de este, como en cada pisar mi planta recibe algo de energía del suelo y también bota algo de esta misma en el paso siguiente.
Me detengo solo para sentarme en una banca varada en aquel lugar solo para cerrar los ojos y sentir como el viento golpea fuertemente mi cara y levanta mi pelo, alimentando mi imaginación y adquiriendo un ticket para viajar a lugares muy alejados de toda realidad.
Solo me detengo para sentir el presente y para extasiarme de este y volver a enamorarme de esta ciudad.
Sigo mi rumbo, sigo mi camino sintiendo bocinas, gente, el viento y una que otra hoja que cae sobre mi, sigo mi destino caminando hacia la esquina, hacia lo desconocido, dándome cuenta de lo poco y nada que vale construir un ideal de futuro y lo agotador que pensar en aquellos ideales puede llegar a ser.
Sigo mi rumbo tratando de dejar atrás con cada pisada aquellos ideales que desde pequeño me atormentaron gozando el ahora y sin pensar en el mañana. Me detengo para encender un cigarrillo, simplemente me detengo, sin saber por que, sin cuestionarme el motivo de mi detención, sin pensar en aquello que sucede en mi interior o en los posibles elementos icc que participan en mi detención. Respiro, hago mío el viento que acompaña mi andar, me nutro de él, veo a las personas, cada una en su propio sub mundo, veo las hojas caer y mas a lo lejos las luces que decoran esta ciudad, semáforos que se conectan para hacernos detener o seguir nuestro camino. Simplemente me detengo para luego seguir mi rumbo y volver a mis pies que pisan firmemente el concreto. Simplemente me enamoro del presente y me deslumbro con las maravillas que este puede tener y gozo con estas cuestionando mi destino anterior y mi existencia carente de estos mínimos elementos que hoy adornan mi existir.
Retrato este momento para no volver a olvidarlo y así siempre poder recurrir a el cuando crea que no hay matiz cálido en esta ciudad, de la cual me estoy re-enamorando.